Para quien no se haya enterado, cosa que dudo mucho, el pasado viernes 24 de enero el Consejo de Ministros aprobó la modificación del IVA aplicable a las entregas de objetos de arte rebajando de un 21% al 10% el tipo impositivo del impuesto.
Este anuncio fue una sorpresa y desconcierto para todo el sector (galeristas, artistas, coleccionistas,…) incluidos los que trabajamos al pie del cañón para modificar esta dura situación fiscal.
Euforia que pronto se ha tornado agridulce…
Y es que dicho de esta forma la rebaja queda espectacular pero, como ya adelantamos el propio viernes a la prensa, preferíamos leer el BOE antes de dar una opinión contundente al respecto. Y así, desde la prudencia que nos caracteriza, forjada a golpe de experiencia legislativa, nos hemos estudiado la modificación de la Ley del IVA y desgraciadamente la medida del Consejo de Ministros no mejora sustancialmente la escena tributaria del arte.
Vamos por partes,
Empezamos por la que no hemos oído mencionar y es que el IVA de las importaciones de arte, antigüedades y objetos de colección se reduce del 21% al 10%. Y esta reducción será aplicable a cualquier importador ya sea artista, galerista, coleccionista, marchante,….
Seguimos con la reducción que beneficia a los artistas, que a partir del pasado sábado 25 de enero ya tributan al 10%. Y digo “beneficia” porque quedan en una situación mejor que la de hasta ahora del 21% pero desde luego peor de la que estaban antes de la subida del IVA ya que tributaban al 8%.
También beneficia a los empresarios o profesionales distintos de los revendedores (léase no galeristas, ni anticuarios, ni marchantes,…) cuando tengan por Ley derecho a deducirse íntegramente el impuesto por adquisición o importación.
Y deja lamentablemente fuera del beneficio a los citados revendedores como los galeristas. Hecho que desvirtúa totalmente el circuito del arte porque, entre otras cosas, los artistas no contemplan vender por su cuenta y si se vende es en ferias donde el galerista representa al artista.
Queda esperar si para ARCO se aclarará el volver al régimen especial que existía antes, mediante el cual el IVA del PVP podía hacerse con la media de la suma del impuesto de galeristas y artistas. Ya se verá…o no.
Una vez más con la sabiduría artística de los políticos se vuelve hacer patente la expresión de que “no es oro todo lo que reluce”.